¿Cuántas veces hemos escuchado “eso ya paso, todo está
olvidado” de boca de las personas que nos han hecho daño? Sin lugar a dudas,
muchas veces. Es más fácil olvidar para el agresor que para el que ha sido
agredido. Por muy fuerte que haya sido
una agresión hay que aprender a perdonar y olvidar.
Perdonar no significa que lo que nos han hecho carezca de
importancia sino que nos hemos liberado del peso del resentimiento, del dolor y
la amargura que produce recordar continuamente aquel suceso.
Aprender a perdonar y olvidar nos beneficia exclusivamente a nosotros mismos y nos ayuda a
ser personas emocionalmente inteligentes que cada día aprenden a liberarse de
las energías negativas que otros quieren depositar en ellos. Si una persona nos ha hecho un daño muy grande
y cuesta olvidarlo, tenemos que esforzarnos por conseguirlo, porque solo así le demostraremos a esa persona
que ya no es dueña de nuestros sentimientos. El perdón libera y beneficia exclusivamente
a quien lo concede, nos hará personas más fuertes y positivas y disfrutaremos
de un mayor sentido de vida.
El perdón es bueno porque el rencor provoca estres y ansiedad.
ResponderEliminarEl perdón es bueno porque el rencor provoca estres y ansiedad.
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